viernes, 10 de diciembre de 2010

Si no sabes que decir, mejor no digas nada...

Demasiadas veces nos callamos cosas que necesitamos compartir... ideas que nos destrozan internamente y que preferimos guardarnos para no molestar ni preocupar a los demás.
Te levantas cada mañana y te lavas la cara. Otro día más pensado para que ocultes tus pensamientos al prójimo.

El miedo y la vergüenza son dos términos que te amargan la vida. Pensadlo, ¿cuántas veces habéis dudado en decir algo por miedo a equivocaros, o a que los otros de rían de vosotros?
¿Merece la pena arriesgarse?

Cada vez que pienso todo lo que escondo por miedo y vergüenza y que me carcome en mi interior...